La firma electrónica es una solución que permite autenticar la identidad de una persona en el entorno digital. Mediante un conjunto de datos informáticos asociados a tu nombre, opera como un carnet de identidad virtual que te permite ejecutar transacciones online, firmar y encriptar correos y documentos electrónicos. Debido a la pandemia, su uso se ha incrementado en el sector de educación.
¿Cómo se ha incrementado el uso de la firma electrónica en el sector educativo?
La Ley 19.799 de 2002 es la que define qué es la firma electrónica y establece el marco legal que la regula, asignándole valor jurídico y probatorio.
Y aunque ya lleva bastantes años en el país, durante la pandemia las entidades educativas debieron acelerar su transformación digital, adoptando esta herramienta para optimizar su gestión administrativa y dar continuidad a sus procesos en el marco de los confinamientos.
La firma electrónica permite a las entidades educativas digitalizar por completo su gestión documental y ejecutar de forma remota, rápida y con todas las garantías legales y de no repudio, diferentes trámites y procesos como matrículas, contrataciones de profesores, gestionar finiquitos, transferencias, inscripción a clases, solicitud de subvenciones, peticiones, etc.
Ahora bien, más allá de entender qué es la firma electrónica y cómo puede ayudar a las entidades educativas, es importante precisar que pueden obtener ventajas de incalculable valor al adoptar esta solución, como:
- Simplificación de procesos para estudiantes y personal docente, mejorando significativamente su experiencia.
- Eficiencia en los procesos de gestión de contratos.
- Reducción de tiempo y costos, ya que no es necesario incurrir en trámites presenciales para gestionar contratos o matrículas, además de prescindir de los costos de almacenamiento, papel, tinta, etc.
- Facilita el monitoreo, almacenamiento y gestión de documentos firmados.
- Reducción de errores potenciales.
- Mejora la reputación de la marca institucional.
En línea con lo anterior, resultados de un estudio de Adobe Sing señalan que el 73% de los líderes ejecutivos del sector de educación consideran que la pandemia ha acelerado la adopción de firmas electrónicas en sus organizaciones.
También es una herramienta que ya es parte de los protocolos estandarizados en el 47% de las instituciones de educación superior, mientras que 43% de estas reconocen hallarse en proceso de implementación.
Adicionalmente, el 77% de las instituciones de educación superior creen que los documentos digitales apoyan la resiliencia de la entidad. Esto, sumado a los beneficios citados líneas atrás, permite suponer que la adopción de firma digital continuará creciendo en la industria educativa.
Cabe señalar que dicha tendencia es global y en todos los sectores económicos, pues las firmas electrónicas suponen un soporte valioso para los procesos de transformación digital. De hecho, se proyecta que el mercado de firmas digitales pasará de USD $2,8 mil millones en 2020 a USD $14.1 mil millones en 2026.
Con e-certchile, obtener la firma electrónica es muy simple
e-certchile es una compañía líder en certificación electrónica en el país, y ha apoyado a organizaciones de todas las industrias en la implementación de esta y otras herramientas de valor.
El jueves 27 de mayo, e-certchile junto Nexsys y Microsoft llevaron a cabo un webinar orientado a presentar las diferentes soluciones digitales que las instituciones educativas pueden adoptar para competir en un mercado online cada vez más competitivo.
Al respecto, vale la pena destacar la solución Integración de Servicios de Firma, que permite a las entidades educativas -y de diversos sectores- integrar la firma electrónica en sus plataformas internas, mejorando la experiencia tanto de su comunidad estudiantil como en lo que a flujos de trabajo internos respecta.
Con e-certchile, las entidades educativas tienen la oportunidad de incorporar -de forma fácil y segura- la firma electrónica en sus sistemas internos, facilitando los flujos de trabajo y mejorando la experiencia de sus clientes.