Al igual que la rueda, muchas de las soluciones y herramientas que se utilizan a diario surgen a partir de necesidades específicas. Lo mismo ocurrió con la firma electrónica, clave para potenciar la digitalización de los procesos en un mercado cada vez más competitivo y ágil.
¿Qué es la firma electrónica?
La firma electrónica es un equivalente a la firma manuscrita, con la diferencia de que -en este caso- se usa un conjunto de datos digitales para identificar al firmante de un documento de manera inequívoca, vinculando su identidad con el documento de manera inequívoca.
Ahora bien, ¿para qué es la firma electrónica? Aunque depende del uso que quieras darle, principalmente se emplea para firmar y autenticar documentos digitales de manera segura. Esto incluye documentos laborales y financieros, contratos con proveedores y clientes, contratos inmobiliarios, acreditaciones y más.
Evolución de la firma electrónica en el mundo
Habiendo aclarado para qué es la firma electrónica, vale la pena revisar algunos hitos históricos que le han llevado a convertirse en una importante herramienta digital:
1. Ley de Utah
La primera ley sobre firmas electrónicas se aprobó en 1995 en Utah, Estados Unidos.
A partir de este momento, se reguló el uso de la firma en el estado de Utah, se establecieron los principios legales sobre cómo conseguir firma electrónica, un ente encargado de habilitar certificadores y se reconocieron las consecuencias jurídicas de la firma.
2. Ley Modelo de la CNUDMI
La Ley Modelo se creó en 1996 con el fin de ayudar a los estados miembros de la CNUDMI (Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional) a modernizar sus leyes relacionadas con el comercio electrónico. Bajo esta premisa, se definió un equivalente a la firma manuscrita que permitiera procesos más ágiles.
3. Ley alemana
Alemania fue la primera nación europea en aprobar una ley referente a firmas electrónicas. En 1997, el país definió los requisitos para el contenido de certificados y las condiciones mínimas que debe cumplir una institución certificadora.
4. Directiva de la Unión Europea
El 24 de mayo de 1999, la Directiva de la Unión Europea aprobó un Sistema Común para Firmas Electrónicas. De este modo, los miembros de la comunidad europea comenzaron a admitir la firma electrónica como método legal para aprobar documentos digitales.
5. Ley española
Poco después del anuncio de la Directiva de la Unión Europea, en España se aprobaría un real decreto para sentar las bases de la firma electrónica. En esta ley se definen a los prestadores de servicios de certificación y los requisitos que deben cumplir.
Posterior a este hito, hubo cambios en la ley federal de los Estados Unidos, en la ley de Japón (y, con el tiempo, en otros países) para aprobar el uso de la firma digital. Hoy en día, este mecanismo es cada vez más aceptado a nivel mundial.
¿Cómo conseguir firma electrónica?
En Chile, la firma electrónica se consigue a través de un Prestador de Servicios de Certificación (PSC) como e-certchile, compañía con amplia experiencia en lo que a certificación electrónica respecta.
En e-certchile encontrarás la firma electrónica que mejor se adapta a tus necesidades -ya sea simple o avanzada-, facilitando la adquisición de un instrumento clave para una sociedad tan digitalizada como la de hoy.