La tecnología, de una u otra forma, ha sido una pieza clave en la evolución de las sociedades y del mercado. De hecho, podemos hablar de 5 períodos en los que tuvo un fuerte impacto socioeconómico y revolucionó la industria y los negocios:
- Revolución Industrial, entre 1771 y 1829.
- Era del vapor y los ferrocarriles, de 1829 a 1873.
- Era de la electricidad e ingeniería pesada, entre 1875 y 1918.
- Era del petróleo y la producción masiva, de 1908 a 1974.
- Era de la disrupción digital, 1971 en adelante.
Actualmente, esa revolución digital que inició en 1971 se encuentra en su apogeo. Solo para ejemplificar, al cierre del año pasado la penetración del Internet ya superaba los 4.100 millones, cuando un par de décadas atrás era impensado hablar de tal nivel de conectividad. Esto ha incrementado la competitividad del mercado, obligando a las organizaciones a enfrentar procesos de transformación digital que les permitan nivelarse con la competencia y optimizar diversas labores.
¿Cómo está enfrentando Chile esta nueva revolución tecnológica y digital?
De acuerdo con un estudio desarrollado por Accenture -en conjunto con Oxford Economics-, la economía digital representa el 22,2% del PIB nacional -o sea, unos 55 mil millones de dólares-, ubicando al país en el primer lugar del Índice de Valor Económico Digital para Latinoamérica por su nivel en adopción de tecnologías digitales, aceleradores y talento digital.
En esta misma línea, Conrad von Igel -Director Ejecutivo del Centro de Innovación UC- afirma que Chile fue relativamente ágil en la primera ola de tecnologías digitales, tiene el mayor índice de conectividad en la región y fue pionero en la virtualización de varios trámites, incluida la declaración de impuestos y facturación electrónica.
Sin embargo, afirma el experto, el país se está quedando atrás en este contexto de revolución tecnológica. La transformación digital va mucho más allá de la adopción de tecnologías e implica un cambio estructural profundo en los procesos y la cultura organizacional.
Es necesario avanzar más para que la digitalización empresarial sea uno de los pilares de las organizaciones públicas y privadas, así como para que cuenten con la infraestructura y recursos humanos necesarios para su implementación a nivel nacional.
Actualmente, según el experto, existen varias iniciativas orientadas a potenciar la revolución digital. Por ejemplo, el Centro de Innovación UC impulsó el Comité de Transformación Digital, integrado por emprendedores, académicos y ejecutivos del sector público y privado con el objetivo de coordinar esfuerzos y acelerar acciones para potenciar la digitalización del país. Además, existen instancias gubernamentales -como Digitalizatupyme.cl- enfocadas en potenciar el desarrollo tecnológico del ecosistema empresarial chileno.
¿Cómo van las empresas en materia de transformación digital?
De acuerdo con el Índice de Maduración Digital 2018 -elaborado por PMG y la Cámara de Comercio de Santiago-, dos tercios de las empresas nacionales no había dado pasos significativos hacia la transformación digital, ¿habrá cambiado en algo esto?
Según el mismo estudio de 2020, durante el año pasado el ecosistema empresarial local avanzó 6 puntos porcentuales en comparación con los resultados de 2018, pasando de la categoría "Principiante" a "Intermedio digital".
Ahora bien, ¿cómo impulsar aún más la y transformación digital en las empresas del país? La clave está en avanzar más en materia de cultura digital, excelencia operacional y automatización de procesos, así como en la exploración de nuevos modelos de negocio fundamentados en la tecnología.
En lo que a desafíos respecta, entre los principales vale la pena destacar:
- Implementación de una infraestructura más sólida.
- Identificar necesidades para evaluar soluciones concretas.
- Capacitación en materia de nuevas tecnologías y digitalización empresarial.
Finalmente, es importante destacar que, desde el sector privado, varias empresas han venido contribuyendo al desarrollo digital del país. Una de ellas es e-certchile, compañía lleva más de 19 años brindando soluciones de firma electrónica, un elemento indispensable para optimizar las labores administrativas y legales de cualquier compañía. Además, la continua integración de robustos servicios de valor agregado para empresas, ayudando a optimizar procesos, productividad y reducir costos.