¿Alguna vez te has preguntado cómo ha evolucionado la firma digital a lo largo de los años? En este artículo, conocerás más de su historia para que puedas entender mejor su importancia y cómo esta tecnología ha cambiado la forma en que firmas documentos.
Historia y evolución de la firma digital
La firma digital comenzó a tomar forma en la década de 1970, cuando se desarrollaron los primeros algoritmos criptográficos para garantizar la seguridad y autenticidad de la información digital. Estos algoritmos permiten cifrar y descifrar datos para proteger la confidencialidad de un documento durante su transmisión, almacenamiento y procesamiento.
Más adelante, en la década de 1990, la idea de la firma digital comenzó a popularizarse con la creciente adopción de Internet y la necesidad de garantizar la seguridad en las transacciones en línea.
Así, en 1995, se aprobó la primera ley sobre firma electrónica en Utah, Estados Unidos. Luego, en 1997, Alemania fue el primer país europeo en aprobar una ley sobre el tema, seguido de España en 1999.
En Chile, la Ley N°19.799 sobre firma electrónica se publicó el 12 de abril de 2002, y es el marco legal que rige el uso de esta herramienta en el país.
Avances tecnológicos y tipos de firma digital
Con el tiempo, los algoritmos criptográficos evolucionaron para mejorar la fiabilidad de las firmas digitales. Así mismo, surgieron diferentes tipos de firma, donde los más comunes son:
- Firma simple: es la versión más básica de la firma digital. Consiste en un código único que se utiliza para autenticar la identidad del firmante. Cabe mencionar que este tipo de firma solo puede usarse en trámites que no requieran altos estándares de seguridad o validación de identidad.
- Firma avanzada: esta versión de la firma electrónica cuenta con medidas de seguridad adicionales, como la verificación mediante Clave Única y métodos de validación complementarios. Ya que tiene la misma validez legal que la firma física, garantiza el no repudio de los documentos.
- Firma biométrica: utiliza características físicas o biológicas, como huellas dactilares, patrones de voz o rasgos faciales, para autenticar la identidad del firmante. De este modo, aporta un nivel de seguridad más alto. Además, cuenta con plena validez legal.
Impacto de la pandemia en el uso de la firma electrónica
Finalmente, la pandemia de COVID-19 es un factor importante que aceleró la adopción de la firma digital. Con las restricciones de movilidad y las medidas de distanciamiento social, la necesidad de soluciones digitales y sin contacto se hizo aún más evidente.
Según Alfredo Guardiola, gerente general de ecert, la pandemia hizo que la transformación digital en la gestión de documentos se acelerara al menos 10 años.
Beneficios de la Firma Digital en la vida diaria
La firma digital ha simplificado significativamente los procesos y trámites, ahorrando a las personas tiempo y recursos. Algunos ejemplos de documentos que pueden firmarse electrónicamente incluyen:
- Contratos laborales.
- Contratación de servicios y productos financieros.
- Recetas médicas.
- Contratos de arrendamiento.
- Compraventa de propiedades.
- Pólizas de seguros.
- Permiso de circulación.
Además, los altos estándares de seguridad de la firma avanzada y la firma biométrica han facilitado que tanto profesionales como dueños de negocios puedan beneficiarse del uso de estas tecnologías.
Por ejemplo, la firma avanzada se puede usar para el registro, modificación y disolución de sociedades, lo que te ayuda a ahorrar tiempo y recursos en la administración de tu empresa.
No esperes más para disfrutar de los beneficios que la firma digital tiene para ofrecerte. Si todavía no tienes la tuya, puedes obtenerla de manera 100% online con ecert y dar el primer paso hacia la transformación digital.